Los viejos y la compu

Este artículo está escrito desde el amor y la ternura. No podía ser de otra manera ya que está inspirado en mis abuelos y mis viejos… y en el uso calamitoso que hacen de la computadora.

La informática y la vejez hacen una mala yunta, como Mariana Nannis y la mortadela o Wanda Nara y los libros. El motivo es muy simple: la compu les llegó tarde. Lo que nosotros tuvimos junto con el chupete, ellos lo conocieron cuando peinaban canas. Todos sabemos que lo que se aprende de grande, se aprende mal. El tipo que a los 10 años no juega al futbol, va a ser como mucho un tremendo patadura, por no decir un inútil futbolístico. Hay gente que aprende tenis de grande, pero adentro de la cancha parece una momia con problemas motrices. Y yo no le daría jamás el registro a una persona que aprende a manejar después de los 30.

Pero vayamos al tema que nos ocupa. ¿Por qué digo que los viejos son chotos con la compu? Basta mirarlos de lejos para darse cuenta que algo anda mal. Primero, el uso del teclado. Índice derecho e índice izquierdo, los otros 8 dedos al pedo. Y no es que los usan con destreza: clavan la vista en el teclado y mueven los dedos como buscando las letras. Conclusión: para escribir un párrafo están 4 horas. Hay algunos que tienen un poco más de destreza porque de jóvenes escribían a máquina. El problema acá es que le pegan a las teclas con furia, y a los 3 días de uso al teclado no le anda la A. Jovatos, es la era digital, no le están pegando a la Olivetti del abuelo!!

Otro problema es que al más mínimo contratiempo o suceso inesperado, piensan que la computadora se rompió. Capaz se les activo el protector de pantalla y piensan que les entró el virus del ébola. O les entra un aviso de rutina tipo: “Desea guardar los cambios?”, y ya están llamando al técnico. Igual, son mejores los miedosos que los audaces. Mi Dios, hay algunos que se hacen los Indiana Jones.com y meten una feta de salame en la disquetera.

Su uso de la computadora es limitadísimo: mail y Word, para la mayoría. Los que incursionan en Internet, piensan que Google es la única página que existe. El tema de los mails es divino: ellos piensan que son paradigmas de popularidad porque reciben gran cantidad de mails….en cadena. Nonos: las cadenas de mails nos son para ustedes, son curros!! No hay nenes enfermos ni causas perdidas, sépanlo… Pero no: los vejetes vienen y te comentan: “No sabes que buen mail me mandaron hoy”. Es como que yo vaya a un cabarute, garpe un gato, y al otro dia comente: “No sabés la mina que me gane anoche”.

Lo peor es cuando te piden que les expliques como hacer algo. No por el hecho de explicarles, eso no es problema…. El tema es que no van a aprender. Te das cuenta al toque, cuando posicionas el cursor en un ícono y antes de que cliquees te dicen “ahí que hiciste?”. Si tenés que explicar como movés el mouse, imaginate como será para configurar un antivirus. Una utopía.

Otra cosa graciosa ocurre cuando usan el Word. El otro día me senté en la computadora de mi viejo y tenía las letras del tamaño de un pasacalle, para llegar al final de la hoja estabas una hora. Tenía el zoom a 200%!! Sus problemas visuales son tan grandes que no alcanzan las gafas, necesitan usar la letra más grande que un titular de Crónica. Como consecuencia, no ven lo que escriben y le quedan todos los párrafos desordenados, los espacios mal, etc.

También están las veteranas divorciadas que buscan machos en Facebook. Como son medias crudas con esto de las redes sociales, no se dan cuenta que el Caralibro es un nido de violadores y estafadores. Es así que muchas veces se llevan tremendo chasco a la hora de concretar encuentros con sus “admiradores secretos”.

En definitiva, la computadora, cuya función es proveer un sinnúmero de soluciones, termina siendo un pozo ciego de problemas. Es así que hay muchas que terminan tapadas con una sábana, en un olvidado rincón. O apoyadas prolijamente sobre el escritorio, impecables, impolutas… porque nunca las usaron.

Así que viejos, ya saben, no insistan en aprender computación…. Si total lo que aprendan hoy se lo van a olvidar mañana!