Las chicas de hoy

ADVERTENCIA: Este artículo puede herir almas sensibles o feministas.

Todo el mundo sabe que soy machista. No porque piense que somos superiores, sino porque pienso que somos distintos. Cada género tiene sus pros y sus contras. El problema es que las mujeres de hoy quieren “imitar” al hombre. Poniéndolo en criollo: las minas piensan que la igualdad de género consiste en poder mear paradas.

Seguro que ya con ese primer párrafo, la platea femenina pide mi cabeza a gritos. Pero déjenme explicar. El feminismo ha tenido varias conquistas: desde el voto hasta la píldora y las minifaldas (gracias a Dios por estas dos). Estas conquistas han traído de la mano una progresiva inclusión de la mujer en el tejido social y económico hasta (casi) equipararla con el hombre.

Hasta acá todo bien. Pero, yo me pregunto: ¿esas conquistas implican que la mujer tiene que olvidarse de todo lo que la hace mujer? ¿Que quedó de esas amas de casa que eran la columna vertebral de la familia, como una suerte de núcleo matriarcal, alrededor del cual giraba toda la vida del hogar? Eso ahora está mal visto. Ahora hay que pelear palmo a palmo con el hombre por cuanto puesto laboral aparezca. Esto no tiene nada de malo… aparte están más que capacitadas. El tema es que a los 30 las ataca la barrera biológica y se “acuerdan” que quieren ser madres. Y se dan cuenta que la maternidad implica mucho tiempo y energía. Quedan 2 opciones: dosificar las fuerzas, lo cual implicaría estancamiento laboral, y la correspondiente pérdida de terreno ante el odiado macho, o redoblar la apuesta. Están las que van por todo… Es así que vemos chicos que aprenden el guaraní antes que el castellano, porque se pasan todo el día con la camuca. Y las otras se resignan a hocicar y buscar que su macho las mantenga, como ha sido a lo largo de miles de años. Chicas no se angustien: miren que no siempre es divertido parar la olla eh… ¿No se preguntaron porque en la mayoría de las parejas la mujer vive más que el hombre? No es agradable romperse el lomo día tras día, con la angustia de saber que los billetes no son de goma….

Pero no, las chicas no lo entienden. Ellas quieren TOOODO lo nuestro. Por eso ahora chupan más que nosotros. Vas a un preboliche y están todas las minas re en pedo. No solo es desagradable verlas con la mirada perdida o vomitando, sino que encima nos evaporan todo el chupi. Ahhh, porque me olvidaba… para eso son más machistas que nosotros: EL HOMBRE PAGA, obvio. Es de cuarta que les hagas poner guita. Este solo hecho tira abajo toda defensa feminista que puedan hacer las mujeres. Lo peor es que agarras a cualquier mina y te va a decir “yo siempre pago”. A mí me dicen siempre eso, pero cuando viene la cuenta jamás vi a una que siquiera amagase a sacar la billetera. Ah, y otra cosa, no disfrutan del chupi, lo toman como un paso previo a estar re en pedo. Por eso inventan jueguitos, a cual más pelotudo, con el objetivo de ingerir alcohol a la velocidad de la luz. Lo peor es que después no se quedan para que nosotros nos aprovechemos de su borrachera. Apenas nos queman el chupi rajan para el boliche… Sin palabras…

Otro tema es la promiscuidad, o putez, como quieran llamarlo. Las minas están cada vez más trolas. Obvio, nosotros más que felices, les apagamos el incendio cuantas veces quieran. Pero chicas, sépanlo, ese pibe que se bajaron la primera noche que lo vieron, jamás las va a tomar en serio. Y si les parece injusto que las minas que se bajan muchos pibes son putas, y los pibes que se cepillan a todas las minas son winners, JODANSE. Fue, es y será así. NUNCA va a cambiar la ecuación. Aparte ustedes son las primeras que señalan con el dedo: “Mira que gato, los tacos que se puso.” “Mira qué asco como se lo chapa” ENTONCES JODANSE.

Ahora la nueva es que juegan al futbol. Futbol femenino, mamadera. Son 10 minas corriendo… (bueno, eso que hacen las minas y que ellas llaman “correr”), intentando pegarle de puntin a la pelota y gritando como hienas en celo. Lo único bueno es cuando una con buenas gomas se anima a pararla de pecho. Ese solo hecho dispara los comentarios de la platea masculina. A nosotros nos divierte verlas correr, aparte esta buena la charla…”che, la que va de enganche esta re fuerte” “que buen culo tiene el libero” “como viene de adelante la 3”. Se juntan 2 pasiones masculinas y esos nos calienta. Pero la verdad chicas, JUEGAN COMO EL ORTO AL FUTBOL. Jueguen al hockey o al vóley, que son deportes de minas. Al futbol, no. Es de hombres y no les sale. Así de sencillo.

Hay una sola cosa que no pueden copiarnos: LA AMISTAD. Las minas no saben ser amigas. El primer gran problema es que compiten. La amistad tiene que ser desinteresada; si competís estas interesada en cagar a tu amiga para ganarle. Y cuando se ponen de novias, bue: directamente no les atienden el teléfono a sus “amiguitas del alma”. Dejan de tener vida propia, y en ese momento, viene lo peor: empiezan a pretender que el hombre haga lo mismo. Nunca van a entender que queremos estar con nuestros amigos, justamente para no estar con ellas. No es maldad, es que disfrutamos de la camaradería masculina. Nos queremos, que se le va a hacer. Y mientras más disfrutes de la amistad, mas bronca les va a dar, porque es algo que no entienden ni pueden tener. La amistad no se negocia chicas, sépanlo.

Para el final, me queda decir una sola cosa: Chicas, nosotros las queremos igual. Sean como son. En definitiva es como dice una hinchada de futbol: PODRÁN IMITARNOS PERO IGUALARNOS JAMÁS.